El sangrado gingival puede producirse por diferentes causas, aunque la más frecuente es una deficiente higiene dental, lo que lleva a la formación de sarro, o un cepillado de dientes incorrecto y sin usar adecuadamente el hilo dental. Además, el tabaco combinado con una mala higiene oral multiplica el riesgo de desarrollar enfermedades en las encías.
Factores que predisponen a la gingivitis
Existen una serie de factores que favorecen la aparición de la gingivitis. Los principales son los siguientes:
- Higiene dental deficiente.
- Cambios hormonales debido a la pubertad.
- Cambios hormonales debido al embarazo.
- Diabetes no controlada.
- Dientes mal alineados.
- Uso de ciertos medicamentos como fenitoína, bismuto y algunas píldoras anticonceptivas.
Tratamiento
Cuando aparece un cuadro de gingivitis en muchas ocasiones no es doloroso, pero si no se trata puede derivar en una periodontitis, que es una enfermedad que se caracteriza por una pérdida de inserción colágena, recesión gingival e incluso la pérdida de hueso, en el caso de no ser tratada, deja sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo.
Una vez se diagnostica gingivitis, hay que llevar a cabo una limpieza bucodental profesional para eliminar el sarro que incluirá:
- Ultrasonidos para eliminar el sarro.
- Pasta de profilaxis para aumentar los niveles de flúor, mejorar la limpieza y eliminar manchas.
- Tiras interproximales para mejorar la higiene en los espacios interdentales.
El tratamiento podrá complementarse con enjuagues bucales antibacterianos y colutorios con clorhexidina durante una semana. usar la seda dental.
El sangrado y la sensibilidad de las encías deben disminuir al cabo de una o dos semanas después de una limpieza profesional y de una buena higiene oral en casa.
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