La salud bucal es un aspecto de vital importancia. Cada día nos enfrentamos a diferentes tipos de bacterias mediante los objetos y comidas que nos llevamos hacia la boca, por lo que se debe tener un cuidado adecuado para prevenir enfermedades dentales.
Durante muchos años, nos han enseñado a cómo cuidar nuestros dientes, utilizando un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental recomendada por el dentista. Sin embargo, se suele dejar de lado a las encías, un tejido interior de la boca firme que tiene un aspecto rosa pálido, que de llegar a presentar problemas dentales pueden tornarse de un color rojo oscuro, presentar sangrado y desprender un mal olor.
Causas del sangrado de encías
El sangrado de encías puede estar provocado porque existen hábitos de rutina como la acumulación de placa bacteriana en los dientes, la cual se da por la anatomía de nuestros dientes o si tenemos aparatos de ortodoncia como los brackets. Así como una mala higiene bucal, debido a la presión al cepillarnos o a las cerdas duras del cepillo dental y el mal uso del hilo dental, lo cual puede dañar los tejidos orales de la boca.
También existen otros factores como la presencia de enfermedades periodontales ya sea gingivitis o periodontitis. Otra de las causas son los trastornos hemorrágicos, prótesis o aparatos dentales que no fueron bien colocados o están en mal estado, los cambios hormonales durante el embarazo y la menopausia, uso de anticoagulantes, fumar tabaco y beber alcohol.
Además por una dieta poco saludable, deficiencia de vitamina K, que interviene en la coagulación de la sangre, escorbuto, la diabetes no controlada, el consumo de medicamentos, enfermedades cardiovasculares, VIH, herpes, estrés y factores genéticos.
Posibles soluciones
Lo ideal es acudir al dentista en cuanto se detecte sangrado o un cambio en el color de las encías, mal aliento o dientes sueltos para que se pueda realizar el diagnóstico correspondiente, determinar el estado de la boca y descartar múltiples problemas bucales. Además, realizar controles periódicos, una buena higiene bucal utilizando cepillos interproximales con cerdas suaves e hilo dental para acceder a lugares donde el cepillo no llega y limpiar correctamente la lengua.
Se debe evitar exponerse a agentes tóxicos como el fumar, masticar tabaco o beber bebidas alcohólicas en exceso es vital para mantener una buena salud bucal y sistémica.
El estrés es un factor que predispone a enfermedades en las encías. Es por eso que se recomienda mantener un estilo de vida saludable y un control de emociones para evitar que se desencadenen complicaciones en la salud general como enfermedades coronarias, derrames cerebrales, problemas respiratorios, artritis, asma, periodontitis y en los casos más extremos, una intervención quirúrgica.